domingo, 7 de marzo de 2010

WALKING AROUND


Sucede que me canso de mis manos. Sucede, parafraseando a Neruda, que me canso de ser hombre y entrar en las tiendas, en las cafeterías, en el mundo se convierte en un infierno porque mis pies descalzos solo encuentran cristales rotos en su camino.


Sería increíble borrar el asfalto de la faz de la Tierra. Sería alucinante poder pintar en su lugar un manto de hierba que cubriera los desniveles y acolchara las caídas. Sería bello que las batallas se libraran sobre un papel y que lo que volara de bando a bando fueran palabras en vez de balas. Trincheras escondidas repletas de versos y papeles envueltos en tinta.


Sueño con poder tocar una estrella y sueño también con guiñarle un ojo a la luna para que no deje de salir nunca, para agradecerle que avive nuestros sentidos de vez en cuando y que de ritmo al mar. Divago a menudo con la idea de convertir mis palabras en hechos reales. ¡Qué fácil sería bailar entonces al son de la utopía!


Es entonces cuando me canso de ser hombre. Cuando me pesan los años y me abofetea la realidad. Es entonces cuando despierto y me fumo un cigarro, con lágrimas en lo ojos, reafirmándome en la mágica certeza de saber que me paso más tiempo allí que aquí.




jueves, 4 de marzo de 2010

La luna y el mar


Luna se ha levantado hoy con ganas de ver el mar. Se ha quitado las legañas y se ha puesto lo primero que ha encontrado en el armario. Tenía prisa: necesitaba mojarse los pies en agua salada. Sin saber por qué un impulso incontrolable se había colado en su alma y la llevaba de aquí para allá con movimientos bruscos en busca de las llaves del coche y de una chaqueta.


Temblando ha cogido el coche y lo ha puesto en marcha. En apenas cuatro horas lo tenía delante. Impasible y sereno como la brisa que lo acariciaba. Ha respirado hondo. Muy hondo, intentando no perderse ni una sola gota de su olor y por fin se ha sentido tranquila.


En el fondo la melodía de un piano solitario acariciaba sos mejillas y cubría su cuerpo. Se ha quedado allí tres horas. Sola. Rodeada de toda esa inmensidad al alcance de sus dedos. Luna hoy ha escuchado a su corazón y se ha dejado guiar por él. Ahora se siente en paz. El mar le ha contado secretos importantes, le ha susurrado al oído la manera de conseguir el mapa que describe el camino que lleva a ciudades secretas repletas de tesoros escondidos.


Luna tiene una deuda con el mar. Y ha decidido regalarle ritmo y olas, para que no se aburra.

martes, 2 de marzo de 2010

Luz


Cuando los ilustrados hablaban de la luz como metáfora del conocimiento, como símbolo de la claridad que te reporta la sabiduría y la razón, no podían estar más en lo cierto.


Conocer y saber se presentaban ya en el siglo XVIII como las dos llaves básicas que abrían la puerta hacia un mundo paralelo de libertad. Solo es libre el hombre que piensa por sí mismo y que decide con que pie empezar a caminar. Solamente se desenvuelve con total desinhibición aquel que sabe lo que quiere, el que se conoce, el que ha aprendido de si mismo y de su alrededor. Solo aquellos que se quitan el velo que cubre sus ojos para mirar al sol a la cara son capaces que dirigirse a la vida con determinación.


Me emociona leer este tipo de cosas. A pesar de que esté -obviamente- en desacuerdo con muchas de las premisas que estos hombres divulgaban, creo que deberíamos retomar otras. La pasión por el mundo y por explorar todos sus escondites. El sueño de alcanzar la independencia individual y luego colectiva a través de los libros y de la naturaleza. Me parece increíble.


Hoy en Londres ha salido el Sol con muchas ganas.


¿Será un buen augurio?¿O me habrá hecho un guiño?


Sea como fuere, la luz sea bienvenida.

lunes, 1 de marzo de 2010

LIBERTAD


Llevo varios días dándole vueltas al concepto de libertad. Indagando entre su ropa y buscando debajo de su almohada. ¿Qué esconde?¿Qué es lo que hace de esta palabra algo tan soñado, tan especial?


Un mismo golpe de voz y, sin embargo, mil significados diferentes. Todos ellos igual de válidos y extraños entre sí, todos ellos portadores de un camino abierto que tiene por meta la plenitud espiritual. ¿Qué encierras?¿Qué escondes, que todos te buscan?


Para mí la libertad es la inexistencia de barreras para el alma. Ver, oír, sentir, pensar todo lo que se mueve a tu alrededor y hacerlo a tu manera. Reír sin motivo, llorar por que sí. Hablar solo por la calle o cantar en el metro si te lo pide el cuerpo. Comerte una cucharada de leche condensada a media noche, porque el azúcar te llamaba a gritos. Para mí libertad es besar a quién tienes en frente porque un impulso fugaz te ha empujado a ello, y libertad también es no arrepentirte después.


Para mi solamente son libres aquellos que viven en función de lo que sienten. Aquellos que andan el sendero que han elegido. No son esclavos quienes miran por encima del hombro las convencionalidades mundanas, y tampoco lo son aquellos que desprecian los prejuicios.


Libres, somos todas aquellas personas que soñamos con un mundo mejor. Libres somos porque soñamos, y soñamos porque somos libres.


Después de todo, bajo los adoquines, aún hay arena de playa.

domingo, 28 de febrero de 2010

Y se hizo el color


Hoy me he levantado gris. Sin color, dispuesta a dejarme tocar por cuántos pinceles se me pusieran por delante. Y he tenido suerte.


He arriesgado mucho: es domingo, y todos sabemos lo que supone un domingo en Inglaterra: melancolía para desayunar, mojada en café con lluvia y un poco de oscuridad para dejarnos intimidad. La tristreza no es egoísta y sabe repartir bien el espacio. Pero quién no arriesga no gana, y esta vez el día me había guardado un as en la manga sin yo saberlo.


Es increíble como los gestos pueden dibujar los trazos más logrados sobre un lienzo sin color. Como una sonrisa puede colorear una silueta casi sin esfuerzo y cómo una mirada es capaz de llenar el espacio vacio sin cargar la atmósfera. El amor no es jactancioso, y sabe repartir los tiempos más o menos de manera proporcional: hoy me ha dado un buen pedazo de su pastel, recordándome a gritos la importancia de que te susurren un 'te quiero' al oído, mientras te curan viejas heridas.


Es dificil acordarse de que la soledad llama a tu puerta cuando te ves rodeada de algo tan puro y tan sincero. Es difícil sentirse mal cuando sientes que pueden abrazarte fuerte hagas lo que hagas, y pase lo que pase.


Hoy soy de color amarillo. Y verde. Soy de color rojo, y soy añil. Hoy es domingo y he conseguido decir adiós a una semana difícil con una sonrisa en la boca.


Hoy prometo que mañana será un nuevo día.

Hoy prometo que no escaparé de ningún domingo más.

sábado, 27 de febrero de 2010

Los sueños no son inalcanzables.


Los sueños no son inalcanzables.


Es con la premisa con la que me he levantado hoy y he decidido estrenar este espacio: rincón abierto de quién se preste a entregarse a las palabras. Letras unidas sin más coherencia que la libertad y sin más cohesión que la propia inspiración.

Acostumbramos a vivir con los tiempos marcados, siempre con la mirada puesta en una meta concreta: verdugo de cuántas casualidades puedan surgir por el camino. Es nuestra vida, son los tiempos naturales sobre los que se mueve nuestra existencia: es nuestro sistema.

Las personas nos caracterizamos por el miedo a lo desconocido. Nos desconcierta y desgarra aquello que se nos presenta como diferente, como alternativo. Es esa delgada línea que suele separar a locos y a cuerdos. Quién es quién y en qué grupo sea clasificado cada uno solo depende de su grado de normalidad. ¿Normal? Quién dijo miedo...


Los sueños no son inalcanzables.


Pero solo algunos tendrán la oportunidad de rozar la fantasía con la punta de los dedos: aquellos valientes capaces de vencer contra viento y marea y enfrentarse a lo convencional, de luchar contra lo pre-escrito. Aquellos caballeros llenos de coraje y dispuestos a pelear por lo inalcanzable. Los utópicos. Los raros. Los diferentes. Los sinceros. Los honrados. La sensibilidad. Ellos herederarán el cielo. Solamente ellos heredarán la TIERRA.


Los sueños no son inalcanzables: solo tienes que querer y cruzar la frontera. Solo hay que creer...