domingo, 28 de febrero de 2010

Y se hizo el color


Hoy me he levantado gris. Sin color, dispuesta a dejarme tocar por cuántos pinceles se me pusieran por delante. Y he tenido suerte.


He arriesgado mucho: es domingo, y todos sabemos lo que supone un domingo en Inglaterra: melancolía para desayunar, mojada en café con lluvia y un poco de oscuridad para dejarnos intimidad. La tristreza no es egoísta y sabe repartir bien el espacio. Pero quién no arriesga no gana, y esta vez el día me había guardado un as en la manga sin yo saberlo.


Es increíble como los gestos pueden dibujar los trazos más logrados sobre un lienzo sin color. Como una sonrisa puede colorear una silueta casi sin esfuerzo y cómo una mirada es capaz de llenar el espacio vacio sin cargar la atmósfera. El amor no es jactancioso, y sabe repartir los tiempos más o menos de manera proporcional: hoy me ha dado un buen pedazo de su pastel, recordándome a gritos la importancia de que te susurren un 'te quiero' al oído, mientras te curan viejas heridas.


Es dificil acordarse de que la soledad llama a tu puerta cuando te ves rodeada de algo tan puro y tan sincero. Es difícil sentirse mal cuando sientes que pueden abrazarte fuerte hagas lo que hagas, y pase lo que pase.


Hoy soy de color amarillo. Y verde. Soy de color rojo, y soy añil. Hoy es domingo y he conseguido decir adiós a una semana difícil con una sonrisa en la boca.


Hoy prometo que mañana será un nuevo día.

Hoy prometo que no escaparé de ningún domingo más.

sábado, 27 de febrero de 2010

Los sueños no son inalcanzables.


Los sueños no son inalcanzables.


Es con la premisa con la que me he levantado hoy y he decidido estrenar este espacio: rincón abierto de quién se preste a entregarse a las palabras. Letras unidas sin más coherencia que la libertad y sin más cohesión que la propia inspiración.

Acostumbramos a vivir con los tiempos marcados, siempre con la mirada puesta en una meta concreta: verdugo de cuántas casualidades puedan surgir por el camino. Es nuestra vida, son los tiempos naturales sobre los que se mueve nuestra existencia: es nuestro sistema.

Las personas nos caracterizamos por el miedo a lo desconocido. Nos desconcierta y desgarra aquello que se nos presenta como diferente, como alternativo. Es esa delgada línea que suele separar a locos y a cuerdos. Quién es quién y en qué grupo sea clasificado cada uno solo depende de su grado de normalidad. ¿Normal? Quién dijo miedo...


Los sueños no son inalcanzables.


Pero solo algunos tendrán la oportunidad de rozar la fantasía con la punta de los dedos: aquellos valientes capaces de vencer contra viento y marea y enfrentarse a lo convencional, de luchar contra lo pre-escrito. Aquellos caballeros llenos de coraje y dispuestos a pelear por lo inalcanzable. Los utópicos. Los raros. Los diferentes. Los sinceros. Los honrados. La sensibilidad. Ellos herederarán el cielo. Solamente ellos heredarán la TIERRA.


Los sueños no son inalcanzables: solo tienes que querer y cruzar la frontera. Solo hay que creer...